miércoles, 29 de junio de 2016

23 COSAS QUE PUEDES HACER HOY PARA SER MÁS FELIZ, CUIDAR EL CORAZÓN Y BAJAR EL ESTRÉS




Todos queremos ser felices y sin lugar a dudas es algo que todos podemos lograr.
Es fácil considerar la felicidad como algo que sucede, pero ser feliz es una opción que se puede buscar activamente y alcanzar.
No necesitas sentarte y esperar a que la felicidad vaya a ti; se puede salir fuera y atraparla prácticamente siempre que lo desees.
¿Qué tipos de opciones conducen a la felicidad?
Muchas de ellas implican un estilo de vida saludable, porque un cuerpo sano va mano a mano con una mente sana.
Las personas felices tienden a comer más saludable, hacer más ejercicio, y de esta forma, tienen mejor sueño que las personas que están estresadas o deprimidas.
Por otro lado, cuando te sientes feliz, es más probable tener ganas de hacer cosas y de seguir un estilo de vida más saludable.
Independientemente de lo que ocurra primero, la felicidad tiene que ver con una vida sana, así que trata de ser feliz si lo que quieres en notar cambios físicos junto a los cambios emocionales.
La felicidad hace bajar la presión arterial, mejorando la función inmune y la movilidad.
Una revisión de más de 200 estudios encontró que el bienestar psicológico positivo está relacionado con un menor riesgo de sufrir enfermedades del corazón, así como la presión arterial, peso corporal normal y los perfiles de lípidos en sangre saludables.
Además, entre los 60 años y más, los sentimientos de felicidad y el disfrute está asociada con una mejor movilidad y un menor riesgo de desarrollar una discapacidad durante un período de ocho años.
Las investigaciones anteriores han encontrado que las emociones positivas, como ser feliz, estar animados y tranquilos, parecen jugar un papel en la función inmune.
Un estudio ha probado que cuando las personas están felices están expuestas a los virus del resfriado y la gripe, siendo menos propensas a enfermarse y, si lo hacen, mostrar menos síntomas.
“Tenemos que tomar más en serio la posibilidad de que el estilo emocional positivo es un punto clave importante en el riesgo de enfermedad.”
Claves de la felicidad
¿Quieres ser feliz? Pues coge lápiz y papel y toma nota.
Ejercicio
Los efectos de sentirse bien después de hacer ejercicio, a menudo tiene que ver con las endorfinas, pero en realidad la anandamida es la que se merece el mérito.
La anandamida es un neurotransmisor y un endocannabinoide producido en tu cerebro que bloquea temporalmente la sensación de dolor y la depresión.
Es un derivado de la palabra sánscrita “dicha”, una deficiencia asociada con un aumento de la ansiedad y el estrés.
Yoga
El yoga se lleva practicando desde hace unos 5.000 años y si bien, muchos lo consideran como simplemente otra forma de ejercicio, algunos incluso lo ven como una “moda”, el yoga es realmente una práctica global que integra elementos mentales, físicas y espirituales.
Con respecto a esto último, el yoga puede ser visto como una forma de meditación que exige toda tu atención a medida que pasa de la asana (posición de yoga) a otra.
A medida que vas aprendiendo nuevas formas de moverte y respondiendo a tu cuerpo y mente, otras áreas de vida tienden a cambiar también.
Verduras de hoja verde
Las verduras de hojas verdes, como la espinaca, son ricas en ácido fólico, que ayuda al cuerpo a producir neurotransmisores que regulan el estado de ánimo, como la serotonina y la dopamina.
Terapia cognitiva conductas
La terapia cognitivo conductual (TCC) se ha diseñado para ayudarte a tratar más eficazmente situaciones que te llenan de ansiedad.
Esta terapia te enseña a reconocer y revertir los patrones de pensamiento perjudiciales y reemplazarlos por los positivos.
Adornar tu casa con flores frescas
Las personas que ven y huelen flores desde primera hora de la mañana dijeron sentirse más felices y con más energía.
Piensa feliz y sonríe
Basta con pensar en algo positivo y sonreír. Hacer esto puede hacerte ser una persona más feliz y más optimista (más que tener una sonrisa falsa, que en realidad está vinculada con el empeorado estado de ánimo).
Terapia de luz
La terapia de luz y un simple placebo fueron más eficaces que el Prozac para el tratamiento de la depresión moderada a severa en un estudio realizado durante ocho semanas.
La luz azul se ha encontrado que es particularmente beneficiosa para impulsar tu estado de ánimo, ya que juega un papel clave en la capacidad del cerebro para procesar las emociones.
Abre tus cortinas para que entre luz
Algo tan simple como abrir las cortinas para dejar a la luz solar pasar, hace que nuestro estado de felicidad mejore.
Salir a la calle
La exposición al aire libre es crucial para un buen estado de ánimo, en parte debido a la exposición de la luz solar, que nos ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo y energía a través de la liberación de endorfinas.
Comer setas
Las setas son sin duda un alimento medicinal maravilloso, que cuenta con muchas variedades diferentes, ricas en selenio antioxidante y que están relacionadas con la ansiedad.
Los hongos son también una de las mejores fuentes alimenticias de vitamina D, que es compatible con un estado de ánimo saludable.
A continuación puedes ver los siguientes 13 puntos clave para ser felices.
Meditar
El olor a naranja o aceite esencial de naranja
Jugar con tu mascota
Quedar con los amigos
Tomar cúrcuma
Escuchar música
Cantar
Comer chocolate negro
Beber café orgánico Negro
Beber té verde
Obtener o dar un abrazo
Comer aguacates
Comer salmón


Científico de Harvard: “Una mala persona no llega nunca a ser buen profesional”
Panorama
Howard Gardner es un prominente neurocientífico estadounidense, psicólogo, profesor de Harvard y autor de la teoría de las inteligencias múltiples. ha recibido innumerables reconocimientos por su trabajo entre ellos el Premio Príncipe de Asturias. Lo entrevistó el diario La Vanguardia de España sobre sus teorías y sus concluyentes planteamientos invitan a la reflexión
“Aprender es el único antídoto contra la vejez y yo lo tomo cada día en Harvard con mis alumnos. Es tonto clasificar a los humanos en listos y tontos, porque cada uno de nosotros es único e inclasificable”, sostiene.
¿Por qué cuestiona que la inteligencia es lo que miden los tests?
Porque yo soy un científico y hago experimentos y, cuando mido la inteligencia de las personas, descubro que algunas son muy buenas solucionando problemas pero malas explicándolos. Y a otras les pasa lo contrario.
¿Y si hay personas diversas es porque también tiene que haber diversos talentos?
Por eso he dedicado 400 páginas a describir siete tipos de inteligencia: lingüística, lógico-matemática, musical, espacial, cinético-corporal, interpersonal e intrapersonal.
¿Y por qué no muchas más: la culinaria o la mística o la teatral o la ecológica?
Porque no cumplen los requisitos que sí cumplen esas. Y espero acabar demostrando que además hay una inteligencia naturalista, otra pedagógica y otra existencial para plantearnos preguntas trascendentes. Pero no más.
Hoy los colegios ya plantean sus programas según esas inteligencias múltiples.
Y yo no me dirigía a los pedagogos, pero fueron ellos los primeros que adoptaron mis teorías.
Tipos de inteligencia
Hay siete tipos de inteligencia: lingüística, lógico-matemática, musical, espacial, cinético-corporal, interpersonal e intrapersonal.
¿Por qué?
Porque comprobaban cada día en las aulas que las categorías de tonto o listo no cubren la diversidad del talento humano. Y, por tanto, que los tests de inteligencia no miden realmente nuestras capacidades, sino sólo la de resolverlos.
Su teoría, además, era cómoda para consolar a niños con malas notas y a sus papás.
Se abusó de ella al principio porque no se comprendió bien. En Australia, la administración la manipuló para explicar que había grupos étnicos que tenían inteligencias diferentes de otros.
¡Qué peligro!
En ese punto, empecé también a preguntarme por la ética de la inteligencia y por qué personas consideradas triunfadoras y geniales en la política, las finanzas, la ciencia, la medicina u otros campos hacían cosas malas para todos y, a menudo, ni siquiera buenas para ellas mismas.
Esa ya es una pregunta filosófica.
Pero yo soy un científico e inicié un experimento en Harvard, el Goodwork Project, para el que entrevisté a más de 1.200 individuos.
¿Por qué hay excelentes profesionales que son malas personas?
Descubrimos que no los hay. En realidad, las malas personas no puedan ser profesionales excelentes. No llegan a serlo nunca. Tal vez tengan pericia técnica, pero no son excelentes.
A mí se me ocurren algunas excepciones...
Lo que hemos comprobado es que los mejores profesionales son siempre E CE: excelentes, comprometidos y éticos .
¿No puedes ser excelente como profesional pero un mal bicho como persona?
No, porque no alcanzas la excelencia si no vas más allá de satisfacer tu ego, tu ambición o tu avaricia . Si no te comprometes, por tanto, con objetivos que van más allá de tus necesidades para servir las de todos. Y eso exige ética.
Para hacerte rico, a menudo estorba.
Pero sin principios éticos puedes llegar a ser rico, sí, o técnicamente bueno, pero no excelente.
Resulta tranquilizador saberlo.
Hoy no tanto, porque también hemos descubierto que los jóvenes aceptan la necesidad de ética, pero no al iniciar la carrera, porque creen que sin dar codazos no triunfarán. Ven la ética como el lujo de quienes ya han logrado el éxito.
“Señor, hazme casto, pero no ahora”.
Como san Agustín, en efecto. Otra mirada estrecha lleva a estudiantes y profesionales comodones a ser lo que consideramos inerciales, es decir, a dejarse llevar por la inercia social e ir a la universidad, porque es lo que toca tras la secundaria; y a trabajar, porque es lo que toca tras la universidad..., pero sin darlo todo nunca.
Sin ilusión, la vida se queda en obligación.
Y otros son transaccional es: en clase cumplen lo mínimo y sólo estudian por el título; y después en su trabajo cumplen lo justo por el sueldo, pero sin interesarse de verdad limitan su interés y dedicación. Y son mediocres en todo.
¿No descubren algún día de su vida algo que les interese realmente?
Algunos no, y es uno de los motivos de las grandes crisis de la madurez, cuando se dan cuenta de que no hay una segunda juventud. Otra causa es la falta de estudios humanísticos: Filosofía, Literatura, Historia del Pensamiento...
¡Qué alegría! Alguien las cree necesarias...
Puedes vivir sin filosofía, pero peor. En un experimento con ingenieros del MIT descubrimos que quienes no habían estudiado humanidades, cuando llegaban a los 40 y 50, eran más propensos a sufrir crisis y depresiones.
¿Por qué?
Porque las ingenierías y estudios tecnológicos acaban dándote una sensación de control sobre tu vida en el fondo irreal: sólo te concentras en lo que tiene solución y en las preguntas con respuesta. Y durante años las hallas. Pero, cuando con la madurez descubres que en realidad es imposible controlarlo todo, te desorientas.
¿En qué país influyó más su teoría de las inteligencias múltiples?
En China editaron cientos de títulos sobre inteligencias, pero las entendieron a su modo: querían que su hijo único fuera el mejor en todas.
Pues no se trata exactamente de eso.
Cada sociedad y persona entiende lo que quiere entender. Cuanto mayor te haces, más difícil es adaptar tu vida a un descubrimiento y más fácil adaptar el descubrimiento a lo que ya creías que era la vida. Por eso, voy a clase a desaprender de mí y aprender de los jóvenes.